Para los amantes de lo rural y lo vintage en cuestión de decoración; la madera suele ser ese material más utilizado para arquitecturas y decoración de interiores. Y si hablamos de decoración y de madera, debemos retroceder a 1684 con la aparición de “El parquet” en el Palacio de Versalles.
A partir de acá este estilo se denomina como uno de los que tienen uso más extendido. Y debemos tener en cuenta que este nombre se le otorga a algo exacto y preciso, es decir; solo se denomina parquet a aquella pieza de madera con un grosor en la capa superior de 2,5 milímetros.
Por debajo de ello ya no sería parquet, pasa a ser “revestimiento de madera”. Incluso innumerables tipos de suelo o materiales para estos son denominados de manera errónea.
Y a partir de esos errores ocurren incógnitas y no saber diferenciar como entre El parquet y un suelo laminado. Tomando en cuenta que la madera es un elemento muy peculiar, es vivo y no existe algo que pueda igualar textura ni apariencia del todo exacta.
Lo increíble de la madera es destacar perfección en su imperfección, cada pieza es distinta y esto le otorga un ambiente de naturaleza y pureza. El suelo laminado es todo lo contrario, incluso se nota en precios, este último suele tener precios mucho más económicos.
Tipos de parquet
Hablando de un elemento tan inexacto y variable como la madera, se puede encontrar un catálogo amplio de tipos de parquet.
Empezamos con el de “madera natural”: este se conforma por lamas (tablas de madera natural). Es el estilo más clásico, dando el mejor toque vintage, noble e incluso más original, y si… es el que mejor luce, pero; es el más caro en cuestión de cuidados.
Le sigue El parquet de “tarima maciza”: este se considera el más duradero ya que cuenta con el mayor grosor entre los 3 tipos principales, este se puede acuchillar, barnizar y lijar pata mantener su aspecto de llegada, la instalación es de las más sencillas, este es el más recomendable para los no tan aficionados.
“Parquet multicapa”: suena elaborado pero es el más económico y asequible. Como su nombre lo indica, se trata de un conjunto de tablas de madera pegadas por capa, usualmente solo 3 entre 7 y 15 milímetros. Salvo la capa superior que tiene entre 2,5 y 4 milímetros.
Esta capa superior es la que lleva mayor elaboración, contando con varios recubrimientos de barniz, el grosor de 2,5 milímetros para que se considere parquet. Cuando esta pierda su aspecto original, puede acuchillarse lijarse y barnizarse nuevamente para mantener ese aspecto de origen.
