Hace diez años era literalmente imposible comprar una silla por internet. Ha llovido mucho desde entonces. Pero ¿es posible amueblar hoy toda la casa desde un ordenador? Te damos las claves para que te manejes con confianza en un nuevo modelo de comercio y de difusión del diseño. Porque en internet no todo son fotos y precios, sino también objetos y personas. Y, sobre todo, porque lo mejor está por llegar.
A principio de la década de 2000, cuando comenzó la comercialización por internet, la primera barrera que surgió fue el momento de introducir los datos bancarios ya que la inseguridad actuaba como factor desincentivador de la compra. En la actualidad, las pasarelas de pago virtuales garantizan transacciones económicas tan seguras como cualquier pago presencial.
El auge de la venta online ha llevado a que en los últimos años comprar un billete de avión en mano sea visto casi como una extravagancia. Si hablamos de volumen de negocio, casi la mitad de las compras realizadas por internet han sido prendas de ropa o complementos. Pero ¿y si en lugar de una camisa o un viaje es un sofá lo que necesitamos? Según los estudios realizados por Cetelem, el mobiliario es de los productos que menor aceptación virtual tiene. Más de un 80% de compradores declaran que nunca han realizado una compra electrónica de un mueble u objeto de decoración. ¿A qué se debe esta situación? ¿Es internet un lugar adecuado para la compra de mobiliario? La relación entre fabricante, producto y usuario se ha visto alterada con el paso del tiempo en un PROCESO DE TRANSFORMACIÓN paralelo a la evolución de la sociedad. Si la aparición de la fabricación en serie y el comercio desconectaba al usuario del productor, en la actualidad, con internet, la desconexión se realiza sobre la propia tienda pero no sobre el producto como se ha podido creer.
Los consumidores virtuales COMPRAN PRODUCTOS REALES y por tanto el trabajo de comunicación y de comprensión del producto que anteriormente se realizaba in situ adquiere otra dimensión más visual y descriptiva.