Quienes buscan pisos de lujo en Madrid a través de inmobiliaria como primeselectmadrid tienen muy claro cuáles son sus preferencias. La zona de la ciudad o el extrarradio van a ser dos elecciones muy opuestas para un mismo nivel de precio, pero las características que rodean a los inmuebles de lujo de la periferia incluyen una calidad de vida alejada de las imposiciones típicas de una gran ciudad como la capital de España.
El montante económico que sitúa una propiedad inmobiliaria como vivienda de lujo está siendo considerado cercano al millón de euros, pero para muchos la cifra se queda corta y debe sobrepasarlo. Esta cantidad de dinero no está al alcance de todos los bolsillos, muy al contrario, hace referencia a una capacidad adquisitiva muy superior a la media. Y quien compra un piso de lujo en Madrid es un perfil de usuario que tiene un nivel de vida acorde con sus ingresos, sobre todo porque el mantenimiento de una propiedad de lujo también requiere disponibilidad.
Ante el poderío de compra de estas fortunas de mayor o menor calado, uno de sus objetivos sigue siendo el patrimonio inmobiliario. A partir de que cualquier persona solo necesita una casa para vivir y todas las que tenga de más son signos de que su vida es realmente compleja, la realidad demuestra que un perfil de alto standing tiende a multiplicar el número de casas.
Una en cada ciudad donde tiene intereses, generalmente de negocios. De esta manera, un directivo de una gran multinacional, un heredero de una gran fortuna o un industrial con fuerte influencia económica, siempre va a querer tener una casa en las principales ciudades adonde viaja. Aunque su estancia sea mínima y hasta pueda acudir a un hotel de lujo, pero dispone de una casa en un barrio residencial vip, un piso o una planta completa de un lujoso edificio para personas de alto nivel adquisitivo.
Esta tónica aplica igualmente para las casas de lujo en Madrid que se buscan para adquirir. Pero una vez más, hay que remitirse a la gran diferencia entre las casas de la capital considerando ésta todo lo que queda dentro de la llamada Calle-30, -con excepción de algunas calles que rodean a la señorial Arturo Soria, el opulento barrio de Conde de Orgaz y algunas otras calles y urbanizaciones en dicha área madrileña-, y las viviendas de lujo afuera de la ciudad.
La diferencia se deja ver en tanto en cuanto todos aquellos pisos de lujo en Madrid que se venden en las mejores zonas limítrofes, quienes los habitan han elegido una calidad de vida ajena a la vida netamente urbana. Si solo son propietarios pero alquilan los pisos, su afán es meramente especulativo o se trata directamente de la constructora promotora cuya actividad es vender o alquilar esos inmuebles.