Actualmente, muchas empresas que presentan dificultades para enfrentar sus propios conflictos utilizan el visual thinking para descubrir las posibles soluciones a sus problemas. Esta técnica es considerada como una de las más eficientes porque tiene como objetivo la persecución de nuevas perspectivas de una realidad que aparenta ser compleja.
El pensamiento visual, como también se le conoce por su traducción al español, pretende expresar las ideas existentes sobre un tema con dibujos fáciles de reconocer, para luego crear vínculos a través de mapas mentales. Esto ayudará a tener una mayor comprensión de las situaciones, definir metas, descubrir soluciones, y crear nuevas ideas.
La eficacia de esta herramienta se debe a que la mayor parte del cerebro del ser humano está diseñado para procesar información en forma de imágenes y dibujos, ya que implica un esfuerzo menor en comparación con el hecho de leer. Un ejemplo claro de esto es el impacto que se logra con la decoración Bilbao en cualquier ambiente, porque combina colores y formas a la perfección.
De la idea a la imagen
Algunas personas se sienten cohibidas de participar en estas dinámicas porque consideran que no tienen muchas habilidades para el dibujo; sin embargo, desde tiempos muy remotos, el hombre ha intentado expresarse mediante figuras sobre las paredes, sin conocer ninguna técnica avanzada.
En otras palabras, todos pueden utilizar el dibujo para proyectar sus ideas, de una manera básica. Esto encaja con precisión en el concepto del visual thinking, el cual se ejecuta en unos pasos sencillos que describió el experto Dan Roam, autor del libro El mundo en una servilleta:
- Mirar: en primer lugar, el ojo se encarga de captar la información que le rodea, la recopila y la selecciona.
- Ver: se profundiza el primer punto al elegir lo que considera interesante y se recopila en pautas.
- Imaginar: es la interpretación que se hace de aquello que haya llamado la atención.
- Mostrar: una vez que se comprenda una pauta, hay que mostrársela al resto para generar una retroalimentación.
Las palabras siempre irán más allá de sí mismas, porque logran trascender con las imágenes. En este sentido, ¿solo se necesitan dibujos para resolver un conflicto? La respuesta es sí. Y Roam insistió en que no hace falta tener grandes capacidades artísticas para utilizar esta valiosa herramienta.
En muchas ocasiones, los creativos no logran conseguir un plan novedoso o los empresarios no encuentran alternativas diferentes para su negocio, para eso el pensamiento visual también ayuda a que nazcan las ideas. Indudablemente, facilita la interacción entre los trabajadores y la empresa crece más rápido.
Los problemas se convierten en desafíos con la ayuda del visual thinking. Solo se necesita un poco de inspiración para plasmar un proyecto en simples dibujos, que se transformarán en un planteamiento poderoso.
